lunes, 3 de abril de 2017

CUIDANDO LA ESPALDA

Como comenté en mi entrada anterior, uno de mis hijos se quejaba bastante de dolor en varias zonas de la espalda.

Hacer más ejercicio fue una de las recomendaciones que nos hicieron. Sobre este aspecto giraba mi entrada anterior. Pero hay más cosas que podemos hacer para cuidar la espalda.

Lo primero que llamó mi atención fue que pasar más de tres horas en la misma postura, aunque ésta sea correcta, es perjudicial para nuestros huesos y músculos. Estamos diseñados para el movimiento. Tal vez sea este uno de los motivos por los que en las escuelas de los países escandinavos, tras cada clase de como máximo 40 ó 45 minutos, hay 15 minutos de recreo. O el motivo por el que en las escuelas de tendencia más vanguardista se permiten espacios modulares y variados donde cada niño

puede escoger la postura y el lugar para trabajar.

Lo bueno que tiene educar en casa es que nos es muy fácil incorporar estos elementos: espacios variados, flexibilidad para permitirles escoger cómo desean trabajar, descansos frecuentes y tiempos de trabajo más cortos.

Se comenta que el movimiento facilita el aprendizaje, especialmente en niños muy kinéticos o hiperactivos. Necesitan moverse casi sin parar, tener las manos ocupadas. Yo he tenido a mi hijo pequeño en patines, nada de sentado y sin parar de mover los pies mientras hacíamos algún proyecto o clase. Estar sentado era inviable con él. Estarse quieto imposible, así que tuve que aprender a dar clase en patines. Aunque ha crecido, nuestros momentos de clase están llenos de movimiento, desde balanceos imposibles en la silla, levantarse a menudo, tamborileos con todo lo que esté a mano y haga ruido hasta estiramientos dignos de un yogui en cualquier momento. Movimiento y no nos agarrotamos.

Para los que son más pausados y pueden aguantar un tiempo en las sillas, hay un elemento muy chulo para sentarse en una posición correcta. Son las pelotas hinchables de pilates o fitness. Sí, esas que se usan en los partos entre otras cosas, Lo ideal es que las llenemos de aire hasta que nuestras piernas estén en ángulo recto. Uno se sienta con las piernas separadas, Al tratar
de mantener el equillibrio y no caerte, la espalda se coloca en una postura correcta de forma natural. Quienes pasan muchas horas de oficina, terminan alternando la silla con la pelota.
En mi casa son un éxito, aunque he tenido que limitar su uso, porque eso de botar era muy divertido y yo bizqueaba ya tratando de fijar la vistan mientras intentaba explicar cómo reducir a común denominador. Hacemos como en las oficinas chics, un rato en la silla, otro en la pelota. O bien trabajan en la bola, o la usan tras un tiempo sentados en las sillas. También las usan para rodar sobre ellas. Es muy divertido y mientras tanto estiran los músculos de la espalda y los abdominales.

Se comercializa una versión de la bola sobre un soporte con ruedas y con un pequeño respaldo, para sustituir a la silla de oficina. Nosotros preferimos la pelota suelta. Es más divertida, más viajera. La veo en el comedor, la cocina, el pasillo, la terraza...creo que aún no han pensado en meterla en la ducha. Igual lo han intentado y es que no cabe...

A parte de la postura al sentarse, hay que tener en cuenta que el cuello es una zona que sufre mucho. La postura de mirar hacia abajo al leer, escribir, trabajar al ordenador... fuerza una curvatura en la columna cervical que mantenida durante un tiempo nos puede producir contracturas musculares. Incluso puede llegar a perderse la curvatura normal o fisiológica del cuello. Es claro que no vamos a pasar tantas horas con la barbilla pegada al pecho, pero es posible que en etapas de crecimiento o cuando tengan que estudiar más horas nuestros hijos puedan quejarse de que les duele la nuca o los hombros.
Para evitarlo nos aconsejaron: usar atriles durante la lectura, también durante el uso de tablets o portátiles; inclinar en 45 grados el plano de la mesa (como las mesas de los arquitectos o dibujantes) y elevar las pantallas hasta la altura de los ojos.
Tal vez hacer un atril pueda ser un nuevo proyecto interesante. Si no nos sentimos carpinteros, siempre podemos comprarlo y personalizarlo después. Yo he optado por encargar uno que me sirve para usarlo con el ordenador, tablets, para escribir o leer en papel, y en cualquier lugar que nos apetezca porque es como una bandeja plegable con patas adaptables en altura. De modo que ya tenemos el elemento que nos faltaba.

Resumiendo: movimiento, postura correcta y cuidado de las cervicales, todo sin dejar de hacer ejercicio de manera regular.

No he pretendido ser soporífera con este tema, pero tras haber experimentado lo importante que es y lo sencillo que es evitar problemas tomando estas medidas tan fáciles, no me he resistido a compartirlo. A largo plazo mejoraremos nuestra salud personal y familiar.
Ya lo decía aquel sabio de la Mancha: " cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar".

1 comentario:

  1. Qué chulo lo de las pelotas, pero en casa con 5 no me atrevo a meterlas ja,ja...

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