miércoles, 19 de abril de 2017

El Cruce del Mar Rojo o un salto al vacío

Al releer el Éxodo con mi hijo, y  repasar de nuevo el capítulo del Cruce del Mar Rojo, me ha llamado especialmente la atención la actitud de Dios con el pueblo.  

Imagináos la escena:
Las huestes egipcias con un gran despliegue de carros y caballos, y con todo su ejército y toda su furia  contra los israelitas, llegan hasta el lugar donde estos están acampados, junto al mar. Dios los ha conducido por mano de Moisés hasta un lugar aparentemente sin salida, detrás de ellos el camino de donde han venido, que sólo los devolvería a sus enemigos, a otro  lado las montañas inaccesibles y delante de ellos... sólo agua.
El pueblo ve con horror  el polvo de los carros de combate egipcio en la lejanía, que avanzan hacia ellos. Y entonces llega el pánico. Pero Dios le dice a Moisés: "di a los hijos de israel que marchen...".
¿Marchar? ¿Hacia dónde?...No way...¿no ves que no hay forma humana de salir de aquí? Tú lo has dicho.... no hay forma humana, pero Dios es el Dios de los imposibles y él siempre tiene una forma que escapa a nuestra imaginacióny a nuestro medios. Y todos sabéis cómo continúa la historia: Dios divide las aguas del mar Rojo y los israelitas cruzan en seco a el otro lado, sanos y salvos, mientras que los egipcios perecen en sus aguas. ¿Por qué Dios nos hace tomar a veces el camino más difícil? ¿Por qué Dios nos pone en ocasiones contra la espada y la pared y nos dice: "avanza, no temas"?

¿Por qué no resuelve las cosas tal y como lo haríamos nosotros o como le hemos pedido? ¿Por qué nos hace tomar caminos extraños y desconocidos, incluso absurdos ... para decirnos: "No temas, avanza."?
¿Te has sentido alguna vez impelido a saltar al vacío? Seguro que si eres madre que educa en casa, la respuesta será afirmativa. Delante de ti el Mar Rojo de las dudas, las inseguridades, la falta de certeza de si  tu hijo tendrá acceso a lo que quiera estudiar, a que homologuen su título extranjero, a que  no les queden lagunas en sus conocimentos, a llegar a fin de mes con un sueldo menos, a que no des la talla .... a que.., a que..... Detrás de ti, lo que ya conoces..y sabes que no funciona, al otro lado, la incomprensión, el estrés, las barreras sociales, ... Pero Dios te pide:  "Marcha, avanza. No temas,"

Yo sé lo que es tener el mar  de la incertidumbre delante de mí,  lo he cruzado  en varias ocasiones... pero hasta que no metes los pies, Dios no actúa...Pero créeme, cuando das el salto de fe y haces lo que te pide, aunque parezca descabellado, él obra, separa las aguas y te hace pasar en seco, a salvo... y te sientes en paz, segura de haber hecho lo correcto.
Recuerdo cuando desescolaricé a mi hijo mayor, era como saltar a un abismo profundo, de vértigo, sin saber a dónde te llevaría, pero sentía que debía hacerlo. Fue respuesta a un periodo de oración  y reflexión en familia, y Dios nos pidió saltar al vacío, meter los pies en el agua, sin miedo. No ha sido la única vez que me he sentido así, pero  Dios siempre ha abierto las aguas.

Dios no siempre nos da respuestas fáciles, ni nos empuja a seguir el camino más corto, ni el más cómodo. Así fue con los israelitas.. ¿Dios nos quiere complicarla vida? no, hay  un plan para todo ello, pues cuando los esfuerzos humanos son imposibles, cuando nuestros recursos e ideas no dan para más, entonces el poder y la gloria del Señor brillan con mayor esplendor.  Entonces no hay duda de quién nos guió y sustentó y  nuestro testimonio para su gloria es  más poderoso.
Hoy tal vez te encuentres en un callejón sin salida, ante una pared de piedra o un abismo de agua sediciosa. Dios te invita a confiar en sus promesas y a avanzar sin miedo por donde él te lleve.Deja el miedo, y salta en sus brazos.
Verás maravillas.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado!!
    Creo que tienes toda la razón... es más, aquello que nos parece imposible o "el camino más complicado", es solo otro camino para quien todo lo puede ❤️

    ResponderEliminar
  2. Una reflexión muy bonita y cierta Esther. Me ha encantado. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Preciosa reflexión y cuánta verdad. YO también he experimentado la liberación del salto de Fe y es que no hay nada que alivie más que dejar las cosas en sus manos y maravillarse con su poder. Y aún así a veces cuesta tanto.. Gracias por recordarnos que nuestro Dios es el Dios de lo imposible. Un abrazo!

    ResponderEliminar