lunes, 26 de agosto de 2019

BENDITAS VACACIONES

Las vacaciones de  verano son muy largas, los niños desconectan  demasiado y luego les cuesta mucho volver a coger el ritmo escolar. Deberían acortarlas. ¿Te suena?

Por desgracia he oído y leído declaraciones similares en muchas ocasiones, y no solo por parte de padres o madres que ya no saben qué hacer con los niños en verano si no también por supuestos profesionales de la educación. Sin embargo mi experiencia me dice todo lo contrario...que en  verano los niños crecen y no solo físicamente; se liberan del estrés,vuelven a ser creativos  (cuando se les deja)y aprenden mucho más de lo que nos imaginamos. El verano también ela ocasión perfecta para desarrollarse físicamente, gozar de las actividades al aire libre y poner en práctica hobbies  o descubrir aficiones nuevas...Se abre un abanico de actividades   que les pueden  aportar muchísimo y que les ayudan a oxigenar la mente para el nuevo curso. Yo eliminaría los dichosos cuadernos de vacaciones que inundan en junio las papelerías y grandes establecimientos, que aunque tengan más dibujitos y un aspecto desenfadado y veraniego, no dejan de ser  deberes...  ¡que les dejen respirar, jolines!!

Para los niños y adolescentes que se educan en casa ,aunque bien es verdad que no viven con el estrés de cualquier niño sujeto al régimen escolar convencional, el verano  es también un momento de mucho aprendizaje,de disfrute y de crecimiento personal. Es así también para los padres que no tenemos la presión que supone el curso, la organización de la casa, los extraescolares  etc y nos sentimos más libres.


 Las vacaciones de verano suelen estar repletas de momentos de aprendizaje, eso sí,  de forma más libre  y espontánea,  experiencia cercana  a lo que conocemos como unschooling, y puedo decir por mi experiencia que... ¡eureka!  ¡funciona!. 

Los viajes son recursos inestimables de aprendizaje;  nadie aprende más de un lugar que visitándolo, sea sobre geografía,  de historia,  costumbres,  tradiciones, gastronomía etcétera. 



Sergi en el Parque Natural del Hosquillo
Ninguna lección de naturaleza se puede comparar con una salida al campo descubrimiento nuevos insectos, observando aves,  formaciones rocosas, ríos, reservas naturales... Este verano, por ejemplo, hemos podido recorrer la Serranía de Cuenca y aprender un montón de la geografía  y oxigenar también nuestras facultades mentales y nuestro cuerpo con aire puro ejercicio y buena compañía.  Visitamos el Parque Natural del Hosquillo, donde los niños aprendieron sobre  ciervos, aves rapaces, osos... También pudieron aprender de lo que  supone prácticas letales para los animales y  comprobaron como hay gente que lucha y vive protegiendo las especies amenazadas, cuidan de ellas y las devuelves al entorno salvaje siempre que es posible. 




En la exposición temporal "Irán" en el MARQ
Por otra parte siempre existen ofertas culturales entretenidas como visita a los museos y muchas veces durante el curso no tenemos tanto tiempo para ello.  Ayer pudimos ir en familia a la exposición temporal sobre Irán qué tiene lugar en el Museo MARQ de Alicante. Fue una actividad muy provechosa y entretenida para los cuatro, ya que nos encanta la historia. Pudimos recorrer los distintos periodos históricos de un lugar que  fue cuna de civilizaciones y  admiramos sus objetos cotidianos y obras de arte,  y aprendimos   sobre las culturas que allí se desarrollaron.

Ahora comienza un nuevo curso y  deseo que el espíritu del verano siga reinando todo el año en nuestro hogar.
Mi deseo es  que no dejemos que el agobio de las obligaciones nos impida disfrutar de lo espontáneo, que seamos capaces de dejarlo todo para echar mano a los prismáticos y observar una bandada de abejarucos que pasan por delante de casa, que salgamos al campo más a menudo, que disfrutemos de el entorno natural que tenemos a tiro de piedra, que  seamos capaces de detener el tiempo por un instante y sepamos disfrutar sin estrés de los que nos rodea. Dediquémosle tiempo a lo que nos gusta y nos relaja y  aprovechemos en familia de las exposiciones y eventos culturales  de nuestra zona.  En definitiva...busquemos tiempo para jugar juntos, oxigenarnos en familia, hacer alguna escapada de fin de semana...  y no nos dejemos llevar por la vorágine del agobio y las  "to do  lists", que ya están sacando las garras...

Este año me niego a decirle adiós al verano. ¿Y tú?











martes, 26 de febrero de 2019

Entrevista a una homeschooler adulta


Hace tiempo que conozco a Sara, una joven  vital, comprometida, profesa cristiana y líder del grupo scout Exploradores de su ciudad. Pero lo más curioso de Sara es que nunca fue a la esuela. Tenía muchas gracias de entrevistarla y compartir con todos vosotros su experiencia.



Hola Sara. En primer lugar muchas gracias por prestarte para esta entrevista. 


La imagen puede contener: 1 persona, de pie, barba, cielo y exteriorMe gustaría que empezaras contando un poco sobre ti, quién eres, tu edad, a qué te dedicas y cuál es tu formación 
Me llamo Sara, tengo 28 años. Soy de las Islas Baleares, pero vivo en Alicante. He podido estudiar lo que es realmente mi vocación: Magisterio Infantil y Música. Actualmente me defino como “mamá de muchos niños”, es decir, trabajo en una escuela infantil. En “mis tiempo libres” (fines de semana) soy directora del club de exploradores de Alicante y colaboro con este mundo apasionante. Tengo algunas debilidades a aparte de la enseñanza y los niños, como la montaña, excursionismo, deporte, fotografía, etc.




 Creo que como homeschooler  ya adulta,  tu experiencia  puede ser muy interesante, pues    a muchos padres  que educan en casa o   que se lo están planteando les preocupa  si sus hijos serán capaces de desenvolverse  en un futuro cursando estudios superiores,  o en el plano laboral o incluso si sabrán adaptarse a la sociedad.

¿Cómo era ser homeschooler cuando era algo tan poco común?
Fue una experiencia única. Siempre fui la niña afortunada que tenía el privilegio de no ir al colegio ni tener deberes. Era la envidia de todos los niños que me conocían, para mí siempre fue honor el poder estudiar en casa, aunque en mi época no “estuviera de moda”.

¿Conociste a alguien  más que educara en casa en ese tiempo?
No. Yo vivía en Palma de Mallorca y en aquel entonces la educación en casa era algo que pocas familias hacían en España. Yo sabía que en Cataluña por ejemplo había alguna familia que desarrollaba esta educación, pero personalmente no conocí a nadie hasta que fui mayor, que tuve el privilegio de conocer a algunas familias que no escolarizaban a sus hijos.

¿Alguna vez le pediste a tu madre que te llevara a la escuela?  
Nunca. Era muy feliz con mi educación en casa. Es cierto que no tenía con qué compararlo para preferir ese tipo de educación, pero mis amigos me contaban lo que hacían en el colegio y no me llamaba en absoluto la atención. No entendía el concepto de exámenes como tal ni el de deberes.

¿Envidiaste alguna vez a los otros niños por ir al cole? rotundamente no  , cuando los niños de mi alrededor se enteraban de que estudiaba en casa y me preguntaban en qué consistía mi día a día y se lo contaba, eran ellos los que me envidiaban, así que me sentía muy privilegiada y por lo tanto no envidiaba las rutinas del resto de niños.

Por lo que sé, tu madre te educó sola… Imagino que no sería nada fácil ¿Cómo se las arregló?
Así es, mi madre fue madre soltera, por lo que fue una tarea más compleja para ella. Antes que yo naciera tuvo claro que la educación que quería proporcionar a su hijo/a no existía en ninguna escuela, por lo tanto decidió que haría algo diferente aunque no estuviera bien visto.
Mi madre tuvo que renunciar a muchas cosas para poder educarme, económicamente no nos sobraba el dinero, pero nunca nos faltó nada, ya que Dios siempre nos proveyó de todo lo necesario.  


¿Nos puedes contar un poco de tu día a día? ¿Tenías algún tipo de  rutina?
Mi día a día era muy divertido. Según la edad varió un poco, pero en términos generales, me levantaba por las mañanas, desayunaba y después hacíamos escuela de la Biblia. Por medio de la Biblia trabajábamos lengua. Una vez habíamos dedicado un tiempo para la Biblia, comenzaba el “día de estudio” que consistía en algunas asignaturas troncales como matemáticas, ortografía, geografía, etc.  Además, todos los días siempre había una parte para arte, tanto para manualidades como para la música, un eje fundamental en mi educación. Desde los 2 años comencé con la música (violonchelo y piano) primero de oído,  por medio de la experimentación y el juego, y más a delante con clases.
Al principio la educación fue muy natural y libre. Aprendí a leer a los 4 años por medio de un juego de letras con imán, pero no porque mi madre me dijera que tenía que aprender a leer, surgió de mí. Todo era por medio de juegos y manipulación, más a delante el material de las “asignaturas” (excepto música) las preparaba conjuntamente con mi madre. Ella realizaba una selección de material, y a partir de ahí íbamos creando el aprendizaje ya fuera con enciclopedias, juegos, materiales manipulativos, etc. A partir de los 8-9 años mi madre comenzó a comprar algún libro de texto para orientar un poco los contenidos, ya que no existían todos los recursos que hoy tenemos en internet. Pero nunca usó un libro de texto para realizarlo completo, sino como guía. Todo esto daba tiempo a hacerlo por las mañanas.

Mi estudio terminaba ahí, nunca tuve deberes. La tarde siempre fue el tiempo para jugar y relacionarme con otros niños, aspecto que siempre mi madre dio mucha importancia.

¿Te has sentido rara o diferente por haber sido educada en el hogar?  ¿Te ha supuesto un problema en algún momento?
En absoluto. Como he comentado anteriormente, siempre me sentí privilegiada y para nada percibí que el ser diferente en ese aspecto me convirtiera en alguien rara, sino en alguien especial y afortunada.
En la infancia nunca me supuso ningún problema el haber sido educada en casa. En la adolescencia tal vez se presentaron retos que tuve que afrontar (que más adelante contaré), pero no los viví en sí como problemas.

 ¿Cómo fue el paso de la educación en casa al sistema convencional? ¿Encontraste dificultades?  Cuéntanos un poco  de esta etapa, porque me parece muy interesante.
Es complicado de resumir. Fue un paso interesante. La idea inicial de mi madre era que entrara al sistema educativo en el último año de la E.S.O. para así poder obtener el graduado. Pero cuando llegó la edad, yo no quise ir al instituto, escuchaba a mis amigos contar lo terrible que era y no me apetecía nada ir. Por lo que mi madre no quiso obligarme y me dio el tiempo que yo necesitara para tomar por mí misma la decisión.
Tuve la oportunidad de empezar a trabajar en una oficina de secretaria sin ningún tipo de estudios demostrables. Ese trabajo estaba preparado para mí, ya que me permitió en un futuro poder estudiar y trabajar al mismo tiempo hasta el día de hoy.
Pasaron un par de años y decidí que quería sacarme el graduado escolar para poder estudiar lo que siempre quise: magisterio. Así que comencé la aventura increíble de estudios fuera de mi casa.
Me saqué el graduado escolar con la mejor nota del instituto. Sinceramente no tuve ningún problema con adaptarme al nuevo sistema de estudio, ni a los compañeros. Tuve experiencias increíbles con el profesorado a lo largo del graduado escolar, que no puedo contar por no extenderme más.
Cuando terminé, decidí que no quería hacer 2 años de bachiller ya que tenía claro lo que quería estudiar. Por lo tanto preferí prepararme 1 año para la prueba de acceso al grado superior de Educación Infantil, y así  poder acceder directamente a la universidad, con la idea de al menos poder estudiar 2 años asignaturas relacionadas con lo que me gustaba.
El año de preparación para la prueba de acceso fue todo un reto para mí. Anteriormente me había preparado para exámenes, pero nunca como estos. Era mucha materia, y me lo jugaba todo en un examen. Cuando llegó el día, fue una de mis mejores experiencias. No tenía todas a mi favor, nos presentábamos cientos de personas para muy pocas plazas. Recuerdo que pedí a Dios que me ayudara a recordar todo lo que había estudiado y que pudiera  lograr mi objetivo para  conseguir ser una buena maestra. Nunca sentí tanta paz como en ese día. Terminé mis exámenes y cuando llegaron las notas, nuevamente saqué la mejor nota. Esto provocó que algunos profesores me preguntaran y pudiera contar mi historia.
En estos dos años de ciclo continuó mi viaje. Disfruté con las asignaturas.  Pero otra vez se presentó un nuevo reto para mí: necesitaba muy buena nota para acceder directamente a la universidad. Nuevamente Dios me abrió el camino y al terminar obtuve la mejor nota de mi promoción.
Comencé mi nueva aventura, pero ahora en la universidad. Pasé 4 años en los que aprendí muchas cosas, de las cuales algunas no coincidían con mi forma de pensar, pero era algo que debía conocer. Terminé la carrera, y para mi sorpresa, me dieron un premio extraordinario a la mejor nota de mi promoción. Como dije al principio, fue un viaje increíble, lleno de aventuras y milagros.

Ante las noticias de denuncias y  la incertidumbre, existe hoy en España en relación al  Homeschooling, muchas familias viven con miedo o acaban por escolarizar en algún momento. ¿Fue este vuestro caso? ¿Tuviste algún problema o encuentro con servicios sociales?
Nunca viví con miedo a que se enteraran que no iba al colegio, ni de pequeña ni de adolescente. En mi  época el tema de la educación en casa era más complejo. Pero mi madre no vivió con miedo, ya que tenía claro que había tomado la decisión correcta y sabía que Dios nos iba a cuidar de todo. Creo que si en algún momento hubiera vivido con miedo quizá mi experiencia en casa no hubiera sido tan positiva.


Era tal mi naturalidad con el tema y la ausencia de miedo, que en una ocasión en horario escolar tocaron a nuestra puerta dos mujeres de servicios sociales que supuestamente estaban haciendo un censo de la zona (a día de hoy no sé qué hacían allí). Yo abrí la puerta y ellas me preguntaron que cómo estaba yo en casa si era horario escolar, a lo que respondí con toda la naturalidad del mundo que yo nunca había ido al colegio y que mi madre me educaba en casa (mi madre siempre me dijo que bajo ninguna circunstancia debía mentir, así que esa no podía ser la excepción jaja). Las dos mujeres se miraron perplejas y nos preguntaron si eso era posible, a lo que contestó mi madre que al menos nosotras lo estábamos haciendo. Después de esa experiencia oramos, ya que no lo habíamos buscado, pero podía meternos en algún lío. No volvimos a saber nada más de ellas. Esa fue la experiencia más cercana que tuvimos con servicios sociales.

¿Les darías algún mensaje positivo a esas familias que viven el día día sin mucha seguridad? /

Mi consejo es que si estáis convencidos de lo que estáis haciendo: confiad. Es algo maravilloso, pero si está manchado con miedo, la experiencia se oscurece un poco. Considero que es muy importante transmitir esto a los niños, y que ellos puedan vivir esta experiencia al 100%.
Conozco de cerca muchas familias que no escolarizan a sus hijos y lo hacen abiertamente, sin esconderse. 


¿Porque te has dedicado al campo de la educación, precisamente?
Es una pregunta que me parece muy interesante. Puede parecer incoherente el haber sido educada fuera del sistema escolar y decidir estudiar magisterio.
Sencillamente es mi don. Desde muy pequeña supe que había nacido para eso y que quería desarrollarlo. Dios me puso los medios para poder lograr mi objetivo.
Ser maestra es un reto, ya que en un aula a veces debes dar algunas cosas con las que no coincides, pero puedes aportar tu granito de arena al sistema educativo, y tal vez para esto realicé ese viaje tan increíble de mis estudios, para poder aportar algo real y positivo a esos niños que quizá no podrán acceder de otra forma.

En tu carrera de magisterio, ¿los profesores manifestaron alguna opinión sobre el homeschooling o tal vez ni siquiera era tenida en cuenta como opción educativa?
En la carrera hay mucho desconocimiento del tema. En trabajos o mesas redondas algunos profesores no veían factible que hubieran familias que no escolarizaran a sus hijos. Otros directamente afirmaban que no existían niños sin escolarizar. Pero había excepciones. En algunos casos tuve experiencias muy positiva con profesores una vez conocían mi historia.
Dos maestras me pidieron consejo sobre sus hijos, ya que estaban barajando la posibilidad de una educación alternativa, pero tenían miedo que eso provocara en sus hijos que no fueran sociables. Otro profesor estaba haciendo un doctorado sobre lo negativo de la educación en casa y al conocerme pidió hablar con mi madre para  hacernos una entrevista; después de ello  decidió cambiar por completo la dirección de su doctorado.


¿Qué mensaje les darías a las familias homeschoolers que temen por  el futuro  profesional de sus hijos?
En mi época era casi un imposible que alguien que no estudiara en un colegio pudiera estudiar en un futuro. Recuerdo que las familias que nos rodeaban siempre le recriminaban a mi madre que yo nunca podría estudiar una carrera, que me estaba estropeando mi currículo académico, ¿Fue así? En absoluto.
Existen diferentes opciones para aceder a estudios superiores. Desde mi punto de vista la opción más fácil  es integrarse al sistema educativo en el último año de la E.S.O. Es una oportunidad para que uno se adapte poco a poco al sistema educativo que vendrá más adelante si quiere formarse ya sea por un ciclo formativo, cursos, carrera, etc. Y además te permitirá de forma rápida un título necesario para cualquier cosa. Pero no es la única opción. También se puede acceder después de hacer un ciclo superior  de formació  profesional (al que se entra por examen). En resumen, no creo que sea un aspecto a temer, lo importante es que el niño/a esté motivado y las puertas adecuadas se irán abriendo en su momento.

Y ahora la pregunta del millón ¿Educaría a tus hijos en casa?
Esta es una pregunta complicada, porque debo ser totalmente honesta.
Quizá la respuesta esperada después de haber tenido una experiencia tan positiva, sería que repitiera lo mismo con mis hijos.
Tras mi experiencia personal, habiendo estudiado pedagogía-psicología, conocido de cerca muchas familias que quieren para sus hijos una educación alternativa, considero que no hay sólo una educación 100% correcta. No porque se eduque a un niño en casa es la única opción correcta. Gracias a que este tema ha evolucionado, hoy hay muchas opciones que se presentan a todas las familias inconformes con el sistema escolar actual. Por ello, hay escuelas alternativas de diferentes corrientes pedagógicas, que buscando la que más se adecue a los principios de cada uno, puede ser una alternativa ideal.
Personalmente no cambiaría nada de mi educación, para mi fue increíble y soy la persona que soy gracias a esa educación. Pero habiendo vivido esa experiencia sé lo que ha supuesto para mi madre y a lo que ha tenido que renunciar.  Siendo sincera, me encanta mi profesión y no creo que fuera capaz de renunciar a ella. Sería incapaz de llevar a mis hijos a un colegio tradicional, pero sí que buscaría una escuela con una pedagogía que se adaptara a mi forma de pensar, buscando así un equilibrio y pudiendo compaginar mi don-profesión con mi forma de pensar respecto a la educación de los niños.

Muchas gracias, Sara. Te agradezco el esfuerzo y el tiempo que te has tomado para responder mis preguntas. Te deseo de corazón lo mejor en tu profesión y en tu vida en general. Que Dios te siga guiando y bendiciendo.


miércoles, 23 de enero de 2019

MENOS ES MÁS: REFLEXIÓN SOBRE HOMESCHOOLING DESAFORADO



En los círculos de homeschooling de las redes sociales, desde que me paseo  por terrenos instagrameros con mi nueva cuenta de homeschool_and_us,observo que últimamente se han multiplicado las familias que se suman al barco del homeschooling o unschooling y deciden no delegar en el sistema. También observo, con cierto asombro, que muchas familias se autodenominan homeschoolers cuando sus hijos todavía no tienen ni  edad escolar. Yo a eso lo llamo crianza en casa.

 
Mis hijos hace unos años en su aula favorita

Parece que en el momento que decides no llevar a tu hijo a la escuela infantil ya te ves obligada a  empezar a hacer fichas y crear materiales manipulables de manera desaforada. Es lo que veo por la ventanita del universo internáutico : mamás que hacen completar a sus hijos fichas y actividades a un ritmo que hasta  a mí me estresa solo de verlo. Hay algunas actividades que son espectaculares, todo hay que decirlo. Y no es mi deseo criticar a estas mamás hacendosas y creativas que dan lo máximo para sus pequeños.Tan solo me gustaría infundirles un poco de serenidad y decirles con todo el cariño que se relajen.


¿No habéis tenido alguna vez uno de esos días en que no habéis prácticamente preparado nada especial y sin embargo el aprendizaje fluyó de manera espontánea y porque sí?  Yo sí, yo he tenido muchos de esos días incluso ahora que mi hijo ya es adolescente; días en que parece que hemos hecho muy poco pero una conversación especial ha valido más que todo el trabajo de una semana entera.


Y ahora que vuestros hijos son pequeños aprovechad que no tenéis que dar cuenta a nadie de nada y disfrutad de su compañía, de los pequeños momentos, de las conversaciones...,
de involucrarlos en vuestras tareas, de  paseos por el campo respondiendo  a su curiosidad y llamando su atención sobre aquellas que cosas que apreciamos y deseamos que ellos disfruten también... creedme, no hace falta nada más..
Un ratito tranquilo para leerles cada día , según su grado de atención es algo que si podéis hacer sin tener que preparar ningún material.  Un sofá o un par de sillas en un lugar soleado y  un libro será todo lo que necesitéis.
Por poner un ejemplo, no hacen falta mil actividades para que aprendan los colores, los colores están ahí... por todas partes y simplemente los aprenden; y como esto todo lo que necesitan saber a esas edades...  tampoco hace falta estar machacando con las letras desde su tierna infancia; el contacto con la lectura diaria y el entender que es algo importante hará  que quieran leer justo en el momento oportuno en que sus mentes estén preparadas para hacerlo. Así fue con mi hijo.


El aprendizaje natural del día a día, contestar sus preguntas, estimular su curiosidad y ayudarles a desarrollar su habilidad manual con las sencillas tareas de la casa es suficiente. Dejadles correr al aire libre, jugar a sus anchas y desarrollar su imaginación  sin tanta artificialidad... esto me recuerda una cita de una de mis autoras favoritas, Ellen White que dice así :


Madres, dejad a los pequeñuelos jugar al aire libre; dejadlos escuchar los cantos de las aves, y aprender del amor de Dios según se expresa en sus hermosas obras. Enseñadles lecciones sencillas del libro de la naturaleza y de las cosas que los rodean; y a medida que sus mentes se expandan podrán añadirse las lecciones de los libros, y grabarse firmemente en su memoria.

(La Conducción del Niño)

Esta bien preparar materiales, pero no cada día... Puede que te quemes antes de tiempo(en inglés lo llaman "burnt out")... Tómate un respiro, relájate, y deja que tu pequeño crezca de forma natural y a través de la vida, que ofrece continuamente experiencias maravillosas de aprendizaje.



¡¡Te deseo un feliz homeschooling!!



Hasta la próxima