Hace tiempo que conozco a Sara, una joven vital, comprometida, profesa cristiana y líder del grupo scout Exploradores de su ciudad. Pero lo más curioso de Sara es que nunca fue a la esuela. Tenía muchas gracias de entrevistarla y compartir con todos vosotros su experiencia.
Hola Sara. En primer lugar muchas gracias por prestarte para esta entrevista.
Me
gustaría que empezaras contando un poco sobre ti, quién eres, tu edad, a qué te
dedicas y cuál es tu formación
Me llamo Sara, tengo 28 años. Soy de las Islas Baleares, pero vivo en Alicante. He podido estudiar lo que es realmente mi vocación: Magisterio Infantil y Música. Actualmente me defino como “mamá de muchos niños”, es decir, trabajo en una escuela infantil. En “mis tiempo libres” (fines de semana) soy directora del club de exploradores de Alicante y colaboro con este mundo apasionante. Tengo algunas debilidades a aparte de la enseñanza y los niños, como la montaña, excursionismo, deporte, fotografía, etc.
Me llamo Sara, tengo 28 años. Soy de las Islas Baleares, pero vivo en Alicante. He podido estudiar lo que es realmente mi vocación: Magisterio Infantil y Música. Actualmente me defino como “mamá de muchos niños”, es decir, trabajo en una escuela infantil. En “mis tiempo libres” (fines de semana) soy directora del club de exploradores de Alicante y colaboro con este mundo apasionante. Tengo algunas debilidades a aparte de la enseñanza y los niños, como la montaña, excursionismo, deporte, fotografía, etc.
Creo que como homeschooler ya adulta,
tu experiencia puede ser muy
interesante, pues a muchos padres que educan en casa o que se lo están planteando les preocupa si sus hijos serán capaces de desenvolverse en un futuro cursando estudios superiores, o en el plano laboral o incluso si sabrán
adaptarse a la sociedad.
¿Cómo era ser homeschooler cuando era algo tan poco común?
Fue una experiencia única.
Siempre fui la niña afortunada que tenía el privilegio de no ir al colegio ni
tener deberes. Era la envidia de todos los niños que me conocían, para mí
siempre fue honor el poder estudiar en casa, aunque en mi época no “estuviera
de moda”.
No. Yo vivía en Palma de Mallorca
y en aquel entonces la educación en casa era algo que pocas familias hacían en
España. Yo sabía que en Cataluña por ejemplo había alguna familia que
desarrollaba esta educación, pero personalmente no conocí a nadie hasta que fui
mayor, que tuve el privilegio de conocer a algunas familias que no
escolarizaban a sus hijos.
¿Alguna vez le pediste a tu madre que te llevara a la escuela?
Nunca. Era muy feliz con mi
educación en casa. Es cierto que no tenía con qué compararlo para preferir ese
tipo de educación, pero mis amigos me contaban lo que hacían en el colegio y no
me llamaba en absoluto la atención. No entendía el concepto de exámenes como
tal ni el de deberes.
¿Envidiaste alguna vez a los otros niños por ir al cole? rotundamente no , cuando los
niños de mi alrededor se enteraban de que estudiaba en casa y me preguntaban en qué
consistía mi día a día y se lo contaba, eran ellos los que me envidiaban, así
que me sentía muy privilegiada y por lo tanto no envidiaba las rutinas del
resto de niños.
Por lo que sé, tu madre te educó sola… Imagino que no sería nada fácil
¿Cómo se las arregló?
Así es, mi madre fue madre
soltera, por lo que fue una tarea más compleja para ella. Antes que yo naciera
tuvo claro que la educación que quería proporcionar a su hijo/a no existía en
ninguna escuela, por lo tanto decidió que haría algo diferente aunque no
estuviera bien visto.
Mi madre tuvo que renunciar a
muchas cosas para poder educarme, económicamente no nos sobraba el dinero, pero
nunca nos faltó nada, ya que Dios siempre nos proveyó de todo lo necesario.
¿Nos puedes contar un poco de tu día a día? ¿Tenías algún tipo de rutina?
Mi día a día era muy divertido.
Según la edad varió un poco, pero en términos generales, me levantaba por las
mañanas, desayunaba y después hacíamos escuela de la Biblia. Por medio de la Biblia trabajábamos lengua. Una vez habíamos dedicado un tiempo para la Biblia,
comenzaba el “día de estudio” que consistía en algunas asignaturas troncales
como matemáticas, ortografía, geografía, etc. Además, todos los días siempre había una parte
para arte, tanto para manualidades como para la música, un eje fundamental en
mi educación. Desde los 2 años comencé con la música (violonchelo y piano)
primero de oído, por medio de la
experimentación y el juego, y más a delante con clases.
Al principio la educación fue muy
natural y libre. Aprendí a leer a los 4 años por medio de un juego de letras
con imán, pero no porque mi madre me dijera que tenía que aprender a leer,
surgió de mí. Todo era por medio de juegos y manipulación, más a delante el material
de las “asignaturas” (excepto música) las preparaba conjuntamente con mi madre.
Ella realizaba una selección de material, y a partir de ahí íbamos creando el
aprendizaje ya fuera con enciclopedias, juegos, materiales manipulativos, etc. A
partir de los 8-9 años mi madre comenzó a comprar algún libro de texto para
orientar un poco los contenidos, ya que no existían todos los recursos que hoy
tenemos en internet. Pero nunca usó un libro de texto para realizarlo completo,
sino como guía. Todo esto daba tiempo a hacerlo por las mañanas.
Mi estudio terminaba ahí, nunca tuve deberes. La tarde siempre fue el tiempo para jugar y relacionarme con otros niños, aspecto que siempre mi madre dio mucha importancia.
¿Te has sentido rara o diferente por haber sido educada en el
hogar? ¿Te ha supuesto un problema en
algún momento?
En absoluto. Como he comentado
anteriormente, siempre me sentí privilegiada y para nada percibí que el ser
diferente en ese aspecto me convirtiera en alguien rara, sino en alguien
especial y afortunada.
En la infancia nunca me supuso
ningún problema el haber sido educada en casa. En la adolescencia tal vez se
presentaron retos que tuve que afrontar (que más adelante contaré), pero no los
viví en sí como problemas.
¿Cómo fue el paso de la
educación en casa al sistema convencional? ¿Encontraste dificultades? Cuéntanos un poco de esta etapa, porque me parece muy
interesante.
Es complicado de resumir. Fue
un paso interesante. La idea inicial de mi madre era que entrara al sistema
educativo en el último año de la E.S.O. para así poder obtener el graduado. Pero
cuando llegó la edad, yo no quise ir al instituto, escuchaba a mis amigos
contar lo terrible que era y no me apetecía nada ir. Por lo que mi madre no
quiso obligarme y me dio el tiempo que yo necesitara para tomar por mí misma la
decisión.
Tuve la oportunidad de empezar a trabajar en una oficina de secretaria sin ningún tipo de estudios
demostrables. Ese trabajo estaba preparado para mí, ya que me permitió en un
futuro poder estudiar y trabajar al mismo tiempo hasta el día de hoy.
Pasaron un par de años y decidí
que quería sacarme el graduado escolar para poder estudiar lo que siempre
quise: magisterio. Así que comencé la aventura increíble de estudios fuera de
mi casa.
Me saqué el graduado escolar con
la mejor nota del instituto. Sinceramente no tuve ningún problema con adaptarme
al nuevo sistema de estudio, ni a los compañeros. Tuve experiencias increíbles
con el profesorado a lo largo del graduado escolar, que no puedo contar por no
extenderme más.
Cuando terminé, decidí que no
quería hacer 2 años de bachiller ya que tenía claro lo que quería estudiar. Por
lo tanto preferí prepararme 1 año para la prueba de acceso al grado superior de
Educación Infantil, y así poder acceder
directamente a la universidad, con la idea de al menos poder estudiar 2 años
asignaturas relacionadas con lo que me gustaba.
El año de preparación para la
prueba de acceso fue todo un reto para mí. Anteriormente me había preparado para
exámenes, pero nunca como estos. Era mucha materia, y me lo jugaba todo en un
examen. Cuando llegó el día, fue una de mis mejores experiencias. No tenía
todas a mi favor, nos presentábamos cientos de personas para muy pocas plazas. Recuerdo
que pedí a Dios que me ayudara a recordar todo lo que había estudiado y que pudiera
lograr mi objetivo para conseguir ser una buena maestra. Nunca sentí
tanta paz como en ese día. Terminé mis exámenes y cuando llegaron las notas,
nuevamente saqué la mejor nota. Esto provocó que algunos profesores me preguntaran
y pudiera contar mi historia.
En estos dos años de ciclo
continuó mi viaje. Disfruté con las asignaturas. Pero otra vez se presentó un nuevo reto para
mí: necesitaba muy buena nota para acceder directamente a la universidad.
Nuevamente Dios me abrió el camino y al terminar obtuve la mejor nota de mi
promoción.
Comencé mi nueva aventura, pero
ahora en la universidad. Pasé 4 años en los que aprendí muchas cosas, de las
cuales algunas no coincidían con mi forma de pensar, pero era algo que debía
conocer. Terminé la carrera, y para mi sorpresa, me dieron un premio
extraordinario a la mejor nota de mi promoción. Como dije al principio, fue un
viaje increíble, lleno de aventuras y milagros.
Ante las noticias de denuncias y
la incertidumbre, existe hoy en España en relación al Homeschooling, muchas familias viven con
miedo o acaban por escolarizar en algún momento. ¿Fue este vuestro caso? ¿Tuviste
algún problema o encuentro con servicios sociales?
Nunca viví con miedo a que se
enteraran que no iba al colegio, ni de pequeña ni de adolescente. En mi época el tema de la educación en casa era más
complejo. Pero mi madre no vivió con miedo, ya que tenía claro que había tomado
la decisión correcta y sabía que Dios nos iba a cuidar de todo. Creo que si en
algún momento hubiera vivido con miedo quizá mi experiencia en casa no hubiera
sido tan positiva.
Era tal mi naturalidad con el
tema y la ausencia de miedo, que en una ocasión en horario escolar tocaron a
nuestra puerta dos mujeres de servicios sociales que supuestamente estaban
haciendo un censo de la zona (a día de hoy no sé qué hacían allí). Yo abrí la
puerta y ellas me preguntaron que cómo estaba yo en casa si era horario escolar,
a lo que respondí con toda la naturalidad del mundo que yo nunca había ido al
colegio y que mi madre me educaba en casa (mi madre siempre me dijo que bajo
ninguna circunstancia debía mentir, así que esa no podía ser la excepción jaja).
Las dos mujeres se miraron perplejas y nos preguntaron si eso era posible, a lo
que contestó mi madre que al menos nosotras lo estábamos haciendo. Después de
esa experiencia oramos, ya que no lo habíamos buscado, pero podía meternos en
algún lío. No volvimos a saber nada más de ellas. Esa fue la experiencia más
cercana que tuvimos con servicios sociales.
¿Les darías algún mensaje positivo a esas familias que viven el día día
sin mucha seguridad? /
Mi consejo es que si estáis
convencidos de lo que estáis haciendo: confiad. Es algo maravilloso, pero si
está manchado con miedo, la experiencia se oscurece un poco. Considero que es
muy importante transmitir esto a los niños, y que ellos puedan vivir esta experiencia
al 100%.
Conozco de cerca muchas familias
que no escolarizan a sus hijos y lo hacen abiertamente, sin esconderse.
¿Porque te has dedicado al campo de la educación, precisamente?
Es una pregunta que me parece muy
interesante. Puede parecer incoherente el haber sido educada fuera del sistema
escolar y decidir estudiar magisterio.
Sencillamente es mi don. Desde
muy pequeña supe que había nacido para eso y que quería desarrollarlo. Dios me
puso los medios para poder lograr mi objetivo.
Ser maestra es un reto, ya que en
un aula a veces debes dar algunas cosas con las que no coincides, pero puedes
aportar tu granito de arena al sistema educativo, y tal vez para esto realicé
ese viaje tan increíble de mis estudios, para poder aportar algo real y
positivo a esos niños que quizá no podrán acceder de otra forma.
En tu carrera de magisterio, ¿los profesores manifestaron alguna
opinión sobre el homeschooling o tal vez ni siquiera era tenida en cuenta como
opción educativa?
En la carrera hay mucho
desconocimiento del tema. En trabajos o mesas redondas algunos profesores no
veían factible que hubieran familias que no escolarizaran a sus hijos. Otros
directamente afirmaban que no existían niños sin escolarizar. Pero había
excepciones. En algunos casos tuve experiencias muy positiva con profesores una
vez conocían mi historia.
Dos maestras me pidieron consejo
sobre sus hijos, ya que estaban barajando la posibilidad de una educación
alternativa, pero tenían miedo que eso provocara en sus hijos que no fueran
sociables. Otro profesor estaba haciendo un doctorado sobre lo negativo de la
educación en casa y al conocerme pidió hablar con mi madre para hacernos una
entrevista; después de ello decidió cambiar por completo la dirección de su doctorado.
¿Qué mensaje les darías a las familias homeschoolers que temen por el futuro
profesional de sus hijos?
En mi época era casi un imposible
que alguien que no estudiara en un colegio pudiera estudiar en un futuro.
Recuerdo que las familias que nos rodeaban siempre le recriminaban a mi madre
que yo nunca podría estudiar una carrera, que me estaba estropeando mi
currículo académico, ¿Fue así? En absoluto.
Existen diferentes opciones para aceder a estudios superiores. Desde mi punto de vista la opción más fácil es integrarse
al sistema educativo en el último año de la E.S.O. Es una oportunidad para que
uno se adapte poco a poco al sistema educativo que vendrá más adelante si
quiere formarse ya sea por un ciclo formativo, cursos, carrera, etc. Y además
te permitirá de forma rápida un título necesario para cualquier cosa. Pero no
es la única opción. También se puede acceder después de hacer un ciclo superior de formació profesional (al que se entra por examen). En resumen, no creo que
sea un aspecto a temer, lo importante es que el niño/a esté motivado y las puertas adecuadas se irán abriendo en su momento.
Y ahora la pregunta del millón ¿Educaría a tus hijos en casa?
Esta es una pregunta complicada,
porque debo ser totalmente honesta.
Quizá la respuesta esperada
después de haber tenido una experiencia tan positiva, sería que repitiera lo
mismo con mis hijos.
Tras mi experiencia personal,
habiendo estudiado pedagogía-psicología, conocido de cerca muchas familias que
quieren para sus hijos una educación alternativa, considero que no hay sólo una
educación 100% correcta. No porque se eduque a un niño en casa es la única
opción correcta. Gracias a que este tema ha evolucionado, hoy hay muchas
opciones que se presentan a todas las familias inconformes con el sistema
escolar actual. Por ello, hay escuelas alternativas de diferentes corrientes
pedagógicas, que buscando la que más se adecue a los principios de cada uno,
puede ser una alternativa ideal.
Personalmente no cambiaría nada
de mi educación, para mi fue increíble y soy la persona que soy gracias a esa
educación. Pero habiendo vivido esa experiencia sé lo que ha supuesto para mi
madre y a lo que ha tenido que renunciar.
Siendo sincera, me encanta mi profesión y no creo que fuera capaz de
renunciar a ella. Sería incapaz de llevar a mis hijos a un colegio tradicional,
pero sí que buscaría una escuela con una pedagogía que se adaptara a mi forma
de pensar, buscando así un equilibrio y pudiendo compaginar mi don-profesión
con mi forma de pensar respecto a la educación de los niños.
Muchas gracias, Sara. Te agradezco el esfuerzo y el tiempo que te has tomado para responder mis preguntas. Te deseo de corazón lo mejor en tu profesión y en tu vida en general. Que Dios te siga guiando y bendiciendo.