martes, 31 de enero de 2017

Día 4 : ¿Puedo hacerlo? Por Rebeca Gavín.



Rebeca Gavín,  es mamá de Samuel (12) y Andrés (11), y esposa José David. Hace séis años que  se lió la manta a l a cabeza y decidió educar en casa a sus hijos. Es enfermera, elabora  cosmética natural y  jabón casero en ratos que le roba al día y a modo de terapia personal.Le encantan los animales  y siempre intenta estar rodeada de ellos( no en vano, se crió en África).

La pregunta del millón:¿Puedo hacerlo?

Esta es la pregunta que se hace cada padre o madre que se plantea la posibilidad de educar en casa a sus hijos. Encontrar la respuesta a esta pregunta es la clave para que nos lancemos a la aventura de convertir nuestro hogar en una escuela a tiempo completo ... o no. Yo me la hice. Y en mi caso, sentí claramente a Dios indicándome que adelante, que me lanzara y que Él nos sostendría a todos los niveles.
             Puedo dar testimonio de que así ha sido a lo largo de estos seis años de homeschool. Aunque, siendo sincera, he de confesar que muchas veces me he vuelto a preguntar si realmente podía hacerlo; si lo estaba haciendo bien; si conseguiría llegar al final del año sin tirar la toalla; si no se me acabaría la paciencia; si no estaría cerrándoles puertas en el futuro a mis hijos; si merecía la pena el riesgo de ir al margen del sistema…
            Pues sí, son dudas muy lícitas que nos permiten evaluarnos, concretar los problemas que estamos percibiendo para poder resolver las crisis de nuestro hogar-escuela.
Cada vez que ese “¿puedo hacerlo?” asomaba la patita por la puerta , el Señor me ha dicho: “tú puedes porque no estás sola”.  El Señor ha utilizado varias maneras de hacérmelo entender.
            La primera de ellas ha sido encontrarme con otras familias HS. Esto me ha permitido aprender de otras experiencias. Comprobar que otros pueden educar en casa con éxito, seguir los consejos de quienes han pasado  por situaciones parecidas, incorporar nuevas ideas o métodos...Así me he sentido animada a continuar. De repente se hace la luz y ves lo que tienes que hacer. Si otros consiguen hacerlo, ¿por qué no lo voy a poder lograr yo?
            La segunda manera, han sido encuentros casuales con personas que te dicen las cualidades especiales que encuentran en tus hijos. Esos detalles que tú no percibes, porque estás con ellos tooodo el tiempo y te parecen normales, pero que en realidad los hacen diferentes. Esos encuentros te revelan que, después de todo, no lo debes estar haciendo tan mal, así que para adelante porque el esfuerzo merece la pena.
            La tercera forma en la que me siento acompañada es por los testimonios escritos por  Ellen White. Sus consejos y directrices están a la vanguardia de cualquier pedagogía o sistema educativo. Cuando me he sentido perdida, sus escritos son los que me han rescatado.  Han marcado el rumbo con claridad cuando, a veces, los textos de autores más modernos no conseguían resolver mis dudas. No estoy sola, puedo conseguirlo porque Dios ha dejado la hoja de ruta para mi hogar-escuela en los escritos de la Sra. White.
            La cuarta forma en la que me siento acompañada es por la promesa que encuentro en Lucas 11: 9-10 
                          “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá, porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”

Tradicionalmente hemos interpretado este texto como que si pido con fe, y está de acuerdo con la voluntad de Dios, Él me lo concederá.  Pero si avanzamos hasta el versículo 13, al final, nos dice: 

             “¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”

El texto no nos habla de pedir cosas que creamos buenas. Habla de pedir la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida. Y esa es una oración que Dios responde sí o sí. Me encanta esta promesa porque si la presencia del Espíritu está en mí, en mi hogar-escuela, tengo al mejor de los maestros a mi lado para acompañarme en la tarea de educar a mis hijos. Es realmente reconfortante no sentirme sola.
            Quiero invitarte a que puedas cada día pedir a Dios que su espíritu esté en tu hogar para que luchéis juntos las batallas de ese día..porque con Dios a nuestro lado claro que podemos, no estamos solos.
YES, WE CAN

                                                                                            

lunes, 30 de enero de 2017

Día 3 -Educar con Amor. Por Maijo Roth

Maijo Roth  es psicoterapeuta narrativa, escritora infantil y cuenta cuentos.Mamá homeschooler de dos y atrevidamente soñadora.
Podéis visitar su web y conocer más de su trabajo en:
http://rothbros.es

Educar con amor

“¿Por qué es ahora tan importante educar con amor? Los niños de antes no tenían tanto amor y era mucho más educados”
Frases como éstas están en el tapete de las redes y en el estudio de los desafíos educativos actuales.
Lo cierto es que si, antes los niños parecían ser más educados. Tampoco se atrevían a decir lo que pensaban, así que no sabemos en realidad como eran. Y también es cierto, según algunas publicaciones, que el desarrollo de la mente humana ha ido avanzando con los progresos de la humanidad. Con lo que los niños de antes, definitivamente no fueron iguales que los de ahora.
Pero, también es cierto, que actualmente nos ubicamos justo en el lado opuesto, los niños “no callan” y pareciera que nadie les ha enseñado la importancia de respetar.

¿Hacia donde vamos? Es la pregunta más escuchada en las ponencias educativas actuales. Los filósofos de la educación están claramente divididos. Por un lado, los que creen en recuperar la educación humanista, donde los valores morales, éticos y humanos son fundamentales para sobrevivir al incierto mundo que nos espera. Y por otro lado, la educación cientificista y conductista que dice que debemos hacer aún más énfasis en los contenidos, el esfuerzo y la disciplina. Las mentes han evolucionado y hay que llenarlas de contenido para sobrevivir a las máquinas que avanzan en la carrera por controlar el mundo.

Solo escribir sobre esto me pone la piel de gallina. Lo cierto es que vamos hacia un mundo incierto, en eso estamos de acuerdo todos. Y también es cierto que la educación tal como está no parece ser útil para ese mundo por venir.
¿Dónde nos posicionamos? ¿Tenemos información y “luz” al respecto? ¿Para qué mundo estamos educando a nuestros hijos: el de las máquinas que nos devoran o el de un mundo que parece ingenuamente feliz, pero que vemos más real que el pan de cada día?

Conociendo el contexto del foro al que me dirijo sé que estamos de acuerdo en que queremos un mundo mejor, y que deseamos una educación tanto de calidad como cálida para nuestros hijos ;)

Si buscamos algunas respuestas en la psicología, nos encontramos con algunos datos curiosos que apoyan la importancia de educar con amor.
Por un lado está la famosa teoría del apego, de John Bowlby. Esta teoría dice “como elemento central: “Es en la relación temprana con sus cuidadores que el niño forja no sólo su primer sentido de quien es, sino también el marco desde el que comprender e integrar su propia experiencia de sí mismo, los demás y el mundo, que de otro modo resultaría fragmentaria” (Introducción a los tratamientos psicodinámicos pg. 538).

“El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo).
Un niño que sabe que su figura de apego es accesible y sensible a sus demandas les da un fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la alimenta a valorar y continuar la relación. A parte de darle fuertes herramientas para la supervivencia”.
(Wikipedia: Teoría del apego. Hay muchos libros de esto, pero éste me pareció un buen resumen)

Otra explicación psicológica contrastada nos dice, en el libro Lecciones de Terapia de la conducta, pg 88:
“Si un niño es muy emocional y reactivo al estrés puede superar su vulnerabilidad biológica si es criado por una madre tranquila y cariñosa, pero no por una madre con su mismo temperamento.
Las respuestas a los eventos estresantes depende de la vulnerabilidad genética, del apoyo social y de la presencia de ciertas características de personalidad que son, en su parte, fruto del estilo educativo de las figuras de apego”.

Como vemos, educar con amor no es simplemente un capricho ñoño de una corriente humanista, es la base de muchísimos trastornos actuales. Y en este sentido creo que nuestra sociedad está enferma de amor, por carencia y por disfunción.

¿Y nosotros qué podemos aportar al respecto? La escritora cristiana Ellen G. White tiene muchísimas citas sobre la importancia de educar con amor, lo que no debe confundirse con educar sin disciplina, ni orden, ni esfuerzo. Ante esto, permitidme resaltar la importancia de leer sus obras completas, y no quedarnos solo con lo que argumenta nuestras ideas preconcebidas. Sin embargo, como en este artículo estamos intentando comprender la importancia de educar con amor, os dejo algunas citas inspiradoras en relación a esto:

“Mientras muchos padres yerran por el lado de la indulgencia, otros van al extremo opuesto, y rigen a sus hijos con vara de hierro. Tal disciplina no es semejante a la de Cristo. Los niños así educados temen a sus padres, pero no los aman. Una de las cualidades más valiosas de la mente y del corazón queda paralizada como una planta tierna bajo el viento del invierno”. Educación Cristiana Pg. 159

 “Administrad las reglas del hogar con sabiduría y amor, no con vara de hierro. Los niños responderán con obediencia voluntaria a la ley del amor. Elogiad a vuestros hijos siempre que podáis. Haced que sus vidas sean tan felices como fuere posible. Proveedles diversiones inocentes. Haced del hogar un lugar santo, consagrado. Mantened blando el terreno del corazón por la manifestación del amor y del afecto, preparándolo así para la semilla de la verdad.
El hogar debe ser para los niños el lugar más atrayente del mundo, y la presencia de la madre debiera ser su mayor encanto. Los niños tienen naturaleza sensible y amante. Es fácil agradarles y es fácil hacerlos desgraciados. Con suave disciplina, con palabras y actos bondadosos, las madres pueden ligarlos a su corazón.
Manifestad un espíritu bondadoso y tolerante, y estimuladlo en vuestros hijos, cultivando todas las gracias que alegran la vida del hogar. La atmósfera así creada será para los niños lo que son el aire y el sol para el mundo vegetal, y favorecerán la salud y el vigor de la mente y el cuerpo.
Por un amor paciente y vigilante, la madre puede encauzar la mente de sus hijos en la debida dirección, cultivando en ellos hermosos y atrayentes rasgos de carácter”.
Educación Cristiana, pg 60 y 61

Como comencé esta reflexión, hoy en día “educar con amor” también está cuestionado. Se cuestiona la educación tradicional, se cuestiona la educación alternativa. Se cuestionan las formas de disciplina anteriores, se cuestiona la disciplina positiva y con amor. Las redes sociales han fomentado un flujo de información exacerbado. Hoy se puede saber de todo, pero a ciencia cierta, se puede conocer de muy poco. Opinamos, pero no reflexionamos. Leemos pero no investigamos.
Urge el que tomemos tiempo para reflexionar nuestras posturas y avancemos con seguridad hacia algún lugar “nuestro”, propio, ni virtual, ni popular. Ante tanta diversidad parece casi imposible. Pero tenemos un Norte seguro. Al que hacemos bien en seguir “como la brújula al polo”: Nuestros principios y creencias fundamentales nos llevan a educar con amor. Sigamos trabajando en este propósito.


domingo, 29 de enero de 2017

Día 2- ¿POR QUÉ HACEMOS LO QUE HACEMOS? por Loida Cañizares




Soy Loida, mamá de 2 estrellas y esposa de un solete.

Soy amante de los niños, de los libros, del mar, de los animales, de las largas veladas en familia, de las manualidades, del humor del bueno... y adicta al chocolate. También soy Maestra, especialista en Entidades No Lucrativas y en Neuropsicología Clínica.

Dedico mi tiempo a educar a mi estrella pequeña, guiar a la mayor, buscar pequeñas maneras de cambiar el mundo (aunque sea el que tengo cerca), y vencer mis defectos de la mano de Dios. Excepto mi adicción al chocolate. Ese es el único defecto que no estoy intentando vencer.

Puedes visitarme siempre que quieras en mi blog www.galletasyabrazos.wordpress.com

¿POR QUÉ HACEMOS LO QUE HACEMOS?

Años atrás, cuando supimos que nuestra hija pequeña sería una niña, no hubo necesidad de pensar un nombre para ella, porque su papá llevaba enamorado de un nombre desde mucho antes de que ella existiera. Pero yo quise averiguar si su nombre tenía algún significado especial. Descubrimos que tenía, no uno, sino tres significados. Los dos primeros, muy tiernos: Doncella de Dios y Prenda de Felicidad. Pero el tercero nos llamó la atención: Flecha Fuerte (o La que Vence en las Batallas). Aunque al no ser tan tierno, le dimos menos importancia; casi se nos olvidó.
Hasta hace unos meses.

Hace un tiempo, estaba navegando por uno de los blogs de educación cristiana que me gusta seguir. Habían lanzado una especie de marca comercial que se llamaba “Criando Flechas” (Raising Arrows), basada en el texto de Salmos 127: 3, 4: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud”.
Y de repente, el nombre de nuestra pequeña cobró un significado especial.
¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Por qué dedicamos nuestra vida entera, muchas veces en exclusiva, a la crianza y la educación de nuestros hijos? ¿Por qué renunciamos a una gran parte, o en ocasiones, a toda nuestra vida profesional? ¿Por qué reorganizamos nuestra vida social? ¿Por qué dedicamos los días a realizar todo tipo de actividades, y las noches a prepararlas? ¿Por qué nos exponemos a la incomprensión social y a tener problemas legales?

¿Lo hacemos para liberar a nuestros hijos de un estrés prematuro e innecesario? Por supuesto que sí. ¿Para darles la oportunidad de que se desarrollen y aprendan a su ritmo? Claro. ¿Para que tengan tiempo de descubrir y desarrollar sus talentos? También.

Pero sobre todo, lo hacemos por una razón superior, mucho más profunda: porque nuestro mayor anhelo es que nazca en su corazón un amor profundo por Dios y por sus semejantes. Deseamos educarlos para el Reino. Deseamos que se despierten cada día de su vida con un anhelo profundo de Dios. Que hagan de Jesús su mejor amigo, consejero y guía. Que tengan un corazón sensible al sufrimiento y a la necesidad ajena. Que sueñen con encontrar la manera de mejorar las vidas que se crucen en su camino. Que sean capaces de defender sus principios, la verdad y la justicia por encima de todo.
Deseamos que sean grandes vencedores, flechas fuertes que lleven luz a un mundo que está en tinieblas.
Parafraseando a una gran educadora, soñamos con que nuestros hijos se conviertan en personas así, porque son las personas que bendicen al mundo con su existencia:

“La mayor necesidad del mundo es la de personas que no se vendan ni se compren; personas que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; personas que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; personas cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; personas que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos.”

Y para eso necesitamos pasar cantidades ingentes de tiempo con ellos; enseñarles a ver a Dios en los pequeños detalles de la creación y en sus grandes maravillas, en contacto con la naturaleza; enseñarles a priorizar, a distinguir entre lo que es importante y lo que es imprescindible; enseñarles a disfrutar de los pequeños placeres de la vida; a valorar el trabajo bien hecho; proporcionarles oportunidades de ayudar a los demás; enseñarles a disfrutar de la compañía y la presencia de Dios.
Por eso hacemos lo que hacemos.

No es una tarea fácil. Pero tenemos a nuestro lado al Maestro de los Maestros, que tiene el mismo anhelo que nosotros, y que Su mayor sueño es abrazar a nuestros pequeños en Su Reino cuando llegue el momento.

Día 1 : Conectada a Él, por Esther Quiles


Esther Quiles, osea yo,es mamá de Elías (19) y Sergi (11).  Casada con Diego.
Emprendió el vuelo del homescholing hace ya 10 años. Desde entonces disfruta de la mayor vocación de su vida, que es educar en casa a su hijo (uno ya va por libre). Además es licenciada en Filología inglesa, traductora y animadora juvenil.Otra  de us pasiones es componer canciones. Sus hermanos dicen que  es un poco hippie.

Vamos allá , pues.

 Día 1 :Conectada a Él

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4: 13)
“Dejad  toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”

Cuando se educa en casa cada día es distinto. ¿Has tenido alguna vez la sensación de que un día era perfecto? ¿Qué es un día perfecto? ¿Llegar a todas las actividades que programaste? ¿Sentir que todo fue como la seda? Pocas veces ocurre esto… seamos francas.
Con frecuencia los días se tuercen, no da tiempo a todo, surge un imprevisto, los niños se levantaron hoy algo inquietos… y tú perdiste los estribos…se acumuló la faena, la casa es un desastre… ¿Hay esperanza para enderezar un día que comenzó mal? … ¡Espera! Aún no está todo perdido… acuérdate…“Dejad vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. Entonces aún hay esperanza…conecta con Dios y deja tu ansiedad sobre él. No importa si el despertador no sonó  hoy o si lo ignoraste con insolencia, ya sé que es tarde… pero mejor detente un momento y empieza por el principio…No te zambullas en la vorágine del día sin haber tenido un remanso de paz, de lectura y meditación en la palabra de Dios y sin haberle contado al Señor tus miedos, anhelos y ansiedades. Necesitas tu chute de energía divina, sin la cual estás perdida… Y LO SABES.
Exprésale a Dios tus  pequeños atascos mentales, tus inseguridades (siempre estamos igual…uff). NO hay nada más poderoso que una madre que ora y que coloca en el altar la vida de sus hijos diariamente, sus responsabilidades y sus dudas. Puedes quejarte, Dios te escucha paciente. Pon en sus manos la conversión de tus hijos, la formación de sus caracteres a la imagen de Cristo, pero también ese tema de mates que no sabes cómo meterle mano, o ese nuevo proyecto que habéis comenzado, o quizá la necesidad de que aprendan el valor del esfuerzo en la práctica de un instrumento. Todo en sus manos… ¡cuánto  nos cuesta dejar todo el peso de la mochila… ¡siempre queremos llevarnos algo sobre los hombros…

¡Qué ligera me siento ahora…! Y ahora…, preparados, listos… ¡YA! Con una sonrisa y a por todas…que venga lo que venga, a disfrutar de cada momento se ha dicho, sin prisas, con amor y buen humor…dispuesta a  responder sin ira a los pequeños contratiempos, riñas tontas, lentejas que pegan (déjalas que se maten)…
Y no olvides repostar durante el día porque las reservas no duran 24 horas. Busca a Dios durante la jornada, después de comer y antes de acostarte. Lo que empezó muy bien, aún puede torcerse si dejaste a Dios aparcado en aquel rincón matutino. Llévalo contigo a todas partes, haz de él algo palpable para tus hijos y hazlo partícipe de tu  programación diaria y también de tus improvisaciones. En ocasiones se detuvo la rutina porque vimos por la ventana una bandada de garzas  reales pasar o un cielo espectacular. Es el momento ideal para sacar los prismáticos y salir al porche  para admirar eso que Dios puso en nuestro día. Buena ocasión para hablar de la increíble creación de Dios… sacar la guía de aves y aprender un poco más.
Saborea este momento apacible de  lectura junto a tu pequeño y agradece, siempre agradece, porque eres privilegiada al haber sido elegida para esta tarea.
Con Dios puedes, no lo dudes.


viernes, 27 de enero de 2017

PRIMERA SEMANA DE MOTIVACIÓN PARA MAMÁS HOMESHOOLERS





 Hola a todos

Esta semana próxima, es decir  a partir del domingo 29 y hasta el sábado 4 de febrero, mi blog albergará la primera semana de motivación espiritual para mamás homeschoolers, Por supuesto, los padres también están invitados a participar.
Cada día  publicaré un tema que distintas mamás  han preparado con mucho cariño, basado en sus experiecias y sus búsquedas. Os aseguro que os van encantar

Podréis leer las reflexiones de madres luchadoras, creativas, valientes, que aman a Dios y desean crecer cada día para dar lo mejor  de sí mismas  en esta difícil y preciosa tarea de educar a sus hijos.
Seguro que todas nos veremos identificadas, ya que son las luchas y desafíos de todas nosotras.

Al mismo tiempo, tendremos un grupo de whatsapp para compartir motivos de oración y estar unidas durante esta semana pidiendo a Dios por lo que  nos preocupa.

Si quieres participar de este grupo, escríbeme por privado a mi dirección de correo electrónico (estherquipe@gmail.com) y te incluiremos.



¡Hasta mañana!
¡Te espero con ilusión!



sábado, 21 de enero de 2017

LA VERDADERA EDUCACIÓN: EDUCANDO PARA SERVIR I


La Verdadera Eucación es un término que Ellen White acuñó en su libro La Educación ( sin duda uno de los imprescindibles). Puede que  para  las mentes posmodernas  de una sociedad en que todo es relativo,  suene algo inflado o incluso arrogante.

¿Pero cuál es la verdadera educación? ¿Hay  cosa tal? ¿Implica eso que hay una falsa educación?
Bueno,  dejemos que la propia Ellen nos diga de qué se  trata:


  "Nuestro concepto de la educación tiene un alcance demasiado estrecho y bajo. Es necesario que tenga una mayor amplitud y un fin más elevado. La verdadera educación significa más que la prosecución de un determinado curso de estudio. Significa más que una preparación para la vida actual. Abarca todo el ser, y todo el período de la existencia accesible al hombre. Es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales. Prepara al estudiante para el gozo de servir en este mundo, y para un gozo superior proporcionado por un servicio más amplio en el mundo venidero".
(La Educación, pág 13)


Vaya, parece que este concepto de educación no está en la cabeza de mucha gente... Estamos de acuerdo en que  tiene que ser una educación integral u holística, ya que, como cita el texto, abarca todo el ser y  es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales. Esto nos gusta... hoy en día el concepto holísitico está de moda, y, aunque luego muy pocos lo lleven a la práctica ( desde luego nunca en la escuela tradicional), todos entendemos que es el ideal

¿Pero qué hacemos con el verbo "servir"?Nadie piensa que preparar al estudiante para servir sea algo que tengamos que tener en cuenta en los planes educativos... Hoy  cuando se habla de educación nuestra mente, víctima de este siglo, piensa en primer lugar en lo académico. Ofrecer una buena educación a los hijos es facilitarles que  estudien  una carrera, y luego, si nos lo podemos pernitir, los másters  que hagan falta.  Y eso no es malo, pero sólo es un aspecto... y no el más importante...

¿Educar para servir? Un mundo centrado en el "yo primero y yo después", no entiende de servicio, y sin embargo, como respuesta a estos excesos de la vida moderna, muchas familias estamos viendo la necesidad de  desmarcarnos de ese tirano concepto de educación  basada en el dinero, los títulos y la una actitud agresiva  ante la competencia. 

Desde hace un tiempo que estoy muy preocupada con este tema. Deseo que  mis hijos desarrollen esa capacidad de ver la necesidad a su alrededor, y poner su granito de arena para hacer de este mundo un mejor lugar donde vivir. Creo que educar "para el gozo de servir en este mundo" debe ser una prioridad para los que somos creyentes en primer lugar, pero también para todos  aquellos que desean educar personas útiles y felices; pues no hay nada que haga más feliz que hacer felices a otros.

¿Cómo integrar el servicio en la educación de nuestros hijos?
Raymond y Dorothy Moore, conocidos en Estados Unidos como "los abuelos del homeschooling", supieron ver esto  hace ya unos cuantos años y su conocida "Fórmula Moore", seguida por muchas familias homeschoolers en América, lo que pretende  precisamente es integrar el servicio dentro de la educación de los niños. Ellos proponen que en la educación hay tres grandes bloques que debemos tener en cuenta. TRABAJO, ESTUDIO y SERVICIO, y que los tres están al mismo nivel.

Obviamente las tareas o actividades  de servicio que nuestros hijos puedan desarrollar irán en función de la edad, e irán aumentando en responsabilidad  y complejidad según ellos van creciendo.

 No me voy aalargar más en este tema hoy, pero seguiré tratándolo  en una próxima entrada , en la que ya daré ideas prácticas de como llevarlo a cabo.
¡Hasta pronto, y gracias por acompañarme!










sábado, 14 de enero de 2017

Volando voy, volando vengo.

Alzar el Vuelo... qué recuerdos... Mi querido blog me acompañó durante unos cuantos años. Fue bonito compartir mis primeras experiencias, los trabajos de mis niños, los proyectos semanales que proponía Meninheira, mis reflexiones sobre educación y sobre todo sentirme acompañaba en esta aventura entonces  desafiante  (y aún hoy)y algo incierta. También fue el medio que me permitó conocer  a otra mamás como yo que se lanzaban al reto, mujeres intrépidas y maravillosas de las que aprendí mucho. Entre ellas están Paloma, Laura, Marvan, Jackie, Ketty, Natalia, Marcela, María, Mónica...

Hoy, en otra etapa distinta, con más madurez y 9 años de experiencia  entre pecho y espalda, me dispongo a abrir un nuevo blog al que he llamado En las Alas del Aire. Ya en pleno vuelo, pero  sin dejar de ser un reto, vuelvo al mundo bloggero  con ganas de seguir compartiendo y si puede ser servir de inspiración y ayuda a familias que se sumergen en las inciertas aguas del homeschooling.

Quizá recupere alguna entrada de mi antiguo blog, aunque sea como terapia personal...

Bueno, aquí estoy, sin pretensiones, pero con ilusión. Si pasas por este rinconcito, espero que te lleves algo positivo.

Un abrazo

Esther




jueves, 12 de enero de 2017

HOMESCHOOLING EMPIEZA POR HOME

Abro mi flamante y recién estrenado blog con una reflexión  sobre el homeshooling y algo que a menudo olvidamos: homeschooling comienza por HOME.
A menudo escucho o leo comentarios de familias con hijos muy pequeñosque dicen que hacen homeschooling. Se esfuerzan en buscar materiales, crear rutinas escolares, comenzar con los rudimentos de lectura de un modo sistemático y se queman antes de que  sus hijos ni siquiera  tengan edad de todo eso.
La sociedad nos empuja a llevar a nuestro hijos a la escuela cada vez antes, pero eso no es lo natural ni lo adecuado, son exigencias de una sociedad donde los niños molestan y necesitamos tenerlos recluidos en algún lado. Luego salen los psicólogos y dicen bla, bla bla, que es muy bueno para su desarrollo asociarse co otros niños desde temprana edad y todo ese rollo que no me creo en absoluto. Pero la sociedad tal y como está montada necesita fundamentos que la justifiquen y que la ayuden a seguir en esa onda, eso sí, con la conciencia limpia.
Cuando decidimos no llevar a nuestros niños a guarderías ni al cole, pero copiamos  su modelo y lo trasladamos a nuestras casas, estamos fallando. De esta manera, además de estresarse los niños, también nos estresamos nosotras y el caos  puede estar a la vuelta de la esquina.
¿Por qué tanta prisa? ¿ Por qué no dejarlos que se desarrollen con naturalidad, jugando, descubriendo, preguntando, imitándonos, que es como los niños aprenden en sus primeros años? ¿Por qué hacerlo todo tan artificial?
Decidí dejarme llevar por mi instinto de madre con mi hijo pequeño  y sin tener prisa de nada, dejar que él mismo, su curiosidad natural, la evolución de sus destrezas... fueran mi guía  en  su educación. Decidí no forzar nada, sino, al contrario estimular su mente a través de las actividades diarias, lectura en voz alta, involucralo en mis rutinas, dejarlo jugar, contestar sus preguntas...disfrutar con él.
Sergi ya tiene 10 años, es un ávido lector (aunque empezó a leer con 6), toca el piano (lo llevé a clases porque me lo pidió él mismo), le gusta la Historia, los coches, la naturaleza y sobre todo  es un niño feliz, sonriente, que disfruta de todo lo que hace.
He comprobado que cuando sus mentes están preparadas lo absorben  todo muy rápido, por lo que no es necesario correr tanto... puede que el resultado de esa prisa sea nefasto y pronto nos encontremos con un niño que se niega a leer y  a seguir las rutinas escolares y con madres atacadas  que se sienten que han fracasado.¡Y qué duro es fracasar cuando haces algo diferente a lo que hace todo el mundo...!

Relájate, juega con tu hijo, léele cada mañana, enséñale a ver  y apreciar la naturaleza  en sus detalles, sonidos, aromas... déjale experimentar con la tierra, que sus manos aprendan a ser útiles y hábiles al ayudarte e tus tareas (aunque te cueste el doble hacerlas), contesta cada una de sus preguntas justo en ese momento... y si no sabes la respuesta  deja todo lo que estás haciendo y búscala con él.
Es algo tan sencillo y tan satisfactorio como eso.

 "A los niñitos  se los debiera dejar tan libres como los corderitos para correr al raso, ser libres y felices; y debiera proporcionárseles las oportunidades más favorables para poner los cimientos de una constitución sana". ( E.White,La Educación Cristiana, pág 12)