Recientemente me han llegado comentarios de dos personas distintas, que ni siquiera se conocen, relacionadas con el mundo de la educación formal o convencional. La opinión de estas dos personas era que los padres homeschoolers éramos todos iguales, cortados por el mismo patrón. Sobra decir que no hablaban en un tono muy cordial. Era más bien despectivo.
Esta declaración, dicha como si fuera una verdad irrefutable del universo, me ha hecho pensar.
Lo primero, ha sido pensar que eran unos grandes ignorantes acerca de la realidad del movimiento homeschooler. Los padres que educamos en casa no podemos ser más variopintos:
Algunos han escolarizado a sus hijos con anterioridad, otros nunca han llevado a sus hijos al cole;
algunos han optado por el homeschool porque sus hijos han sufrido acoso escolar; otros porque sus hijos tienen altas capacidades; otros porque sus hijos necesitan aprender más despacio que la media; otros no quieren someter a los niños a las presiones de un sistema escolar que creen fracasado; algunos viven en el campo, mientras que otros son de ciudad; los hay que son activistas políticos y otros pasan de la política; los hay creyentes, religiosos, agnósticos y ateos; algunos son ecologistas o todo lo contrario; tienen profesiones distintas, proceden de estratos sociales y culturales variados; hay familias que han practicado una crianza con apego, otras han dado biberón y nada de colecho...
Vamos, que la fauna homeschooler va desde el hippie hasta el ultraconservador . ¿Cómo vamos a estar cortados por el mismo patrón?
Luego comencé a pensar en las familias educando en casa que conozco. ¿Presentaban elementos comunes? Encontré que sí los había. En todos los padres, a pesar de sus ideologías distintas, se repiten ciertos rasgos.
1. El desear la mejor educación posible para sus hijos. Bueno, tal vez este sea un rasgo compartido con los padres que escolarizan. Pero es la base desde la que los padres homeschoolers nos lanzamos.
2. El no esperar a que lo hagan otros. Y estos es un rasgo distintivo. Si no podemos esperar a que la calidad de la educación mejore en nuestro país. Si no podemos ir a vivir a otro lugar del mapamundi. Si no podemos pagar un colegio privado con una pedagogía que nos convenza. Si no tenemos cerca un colegio adecuado a nuestras expectativas, Si...la razón que sea, porque cada familia tiene la suya...no nos quedamos esperando que cambie el mundo. Decidimos intervenir en la educación de nuestros hijos y hacerlo con nuestros medios. Decidimos convertir nuestra casa en la mejor escuela que podamos tener.
3. El preocuparse por aprender porque somos conscientes de que no lo sabemos todo. Sabemos que no tenemos la carrera de magisterio (muchos), ni la de pedagogía ( no todos) ni la de psicología (alguno hay). Somos conscientes de nuestras carencias. Por eso nos dedicamos a leer, estudiar, repasar y aprender . Todo para poder dar una educación lo más completa posible a nuestros hijos. Y donde no llegamos nos buscamos ayuda y no tenemos reparos en admitirlo.
4. El pensar fuera de la caja. Necesitamos pensar diferente al resto, porque si no, no veríamos la importancia de educar respetando la creatividad, los dones innatos de cada niño.
También necesitamos ser originales, innovadores y creativos para organizar nuestro trabajo, nuestros horarios, prioridades, recursos económicos... de tal manera que nos sea viable hacer homeschooling.
5. Para aquellos que somos cristianos, el recordar que nuestros hijos son de Dios antes que nuestros. Por eso deseamos enseñarles a que lo amen por encima de todo. Deseamos que sean conscientes del valor que tienen para Dios. Y entendemos que el lugar que Dios creó para educar es el hogar. Entendemos que educar va más allá de aprender mates, lengua, ciencias, historia, geografía, música...para nosotros, educar es enseñar todo eso junto con la sabiduría que da seguir los consejos de Dios para la vida. Y sólo pueden aprenderlo cuando nos ven vivirlo. Por eso educamos en casa a tiempo completo.
Lo cierto es que no me importa estar cortada por este patrón. Puede que algunas personas nos añadan más rasgos en común. Tal vez el ser soñadores, algo quijotes, rebeldes sin causa, ilusos, poco convencionales, antisistema, visionarios... No sé, pueden poner los adjetivos que quieran. Muchos de ellos tampoco me parecen malos, porque lo que ha avanzado nuestra cultura ha sido gracias a que alguien, en el pasado, recibió esos adjetivos, o peores, pero no le importó porque tenía claro su objetivo. Y si algo tenemos claro los padres homeschoolers es nuestro objetivo. Si encajas en el patrón es que tienes alma de madre o padre homeschooler, ¡Felicidades!
Creo que has acertado en todos los puntos Rebeca. Y es ahí donde todos los padres homeschoolers somos iguales, más allá de ideologías o formas de vida, en la inmediatez del amor ❤️ No hay tiempo para esperar, porque el momento es ahora. 😘😘😘
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.... Y a palabras necias...oidos sordos! Muacks!
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